La enseñanza de la Historia tiene un especial valor formativo, no sólo como elemento cultural que favorece la organización de otros conocimientos, sino también cómo factor que contribuye a la adquisición de valores éticos personales y de convivencia social y a la afirmación consciente y madura de la identidad nacional.
La finalidad que pretendo al asistir al curso de Historia es conocer nuevas prácticas educativas que propicien la formación de la conciencia histórica de los niños al brindarles elementos que analicen la situación actual de su entorno como producto del pasado.
Para enseñar historia utilizo diversas estrategias como lo son la narración, la exposición, la dramatización y la elaboración de líneas del tiempo. Las dificultades que se presentan en la enseñanza de la historia constituyen retos para el maestro. El primer paso para superarlas es tenerlas presentes al preparar las clases, diseñar actividades o materiales didácticos que ayuden a nosotros los maestros en el desarrollo de nuestra labor.
Anteriormente una de las formas más usuales en la enseñanza de esta asignatura era la utilización del cuestionario orientado a medir la cantidad de información específica que el alumno retenía. En el mejor de los casos el alumno memorizaba los datos pero no lograba identificar su significado, su importancia en la historia de la humanidad o del país.
La escuela donde laboro actualmente cuenta con pocos materiales didácticos para la enseñanza aprendizaje de la historia, por lo cuál hay que recurrir a la elaboración de los mismos, ya sea por parte de los alumnos como del propio maestro.
En la enseñanza de la historia el papel de nosotros los maestros es muy importante. No sólo debemos narrar y explicar, sino también guiar adecuadamente el análisis de las lecciones y diseñar actividades que propicien la participación de los alumnos y que relacionen la enseñanza de la historia con los contenidos de otras asignaturas.
Para que el aprendizaje en el aula sea significativo, los niños deben trabajar con el libro de Historia de la misma forma en que lo hacen con los demás libros de texto: utilizarlo como fuente de consulta, comparar la información y la ideas que allí se exponen con las propias y con la información obtenida en otras fuentes.
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