Dada la importancia que tiene el aprendizaje de la historia desde la niñez, éste se debe de ir dando de manera gradual, atractivo e interesante.
Nosotros los maestros debemos diseñar situaciones de aprendizaje en las que los estudiantes observen, pregunten, registren, comparen, predigan, expliquen e intercambien opiniones sobre los cambios del mundo natural y social considerando las características del lugar dónde viven, debemos de apoyar y orientar a los alumnos en el desarrollo de sus proyectos para fortalecer la autonomía, y genere un ambiente de confianza y respeto en el que se promueva el trabajo colaborativo.
La historia es continua y es imposible fechar con exactitud el principio o fin de una época o periodo, pero la periodización es un recurso fundamental para explicar o comprender los procesos históricos. Al comenzar el estudio de un periodo, en primer lugar, será necesario ubicarlo en el tiempo, recapitular lo necesario sobre sus antecedentes y señalar el periodo posterior. Calcular su duración y el tiempo que ha pasado desde entonces y realizar ejercicios de imaginación acerca de algunas características sobresalientes de la vida, destacar las características del medio geográfico que habitaron, imaginar la distancia que nos separa de esos lugares, son ejercicios preliminares muy importantes para ubicar históricamente los hechos o sociedades estudiadas.
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